“EL DALAI LAMA COMO UN PROPIETARIO DE ESCLAVOS” Por Bhuchung D. Sonam 16 de noviembre de 2009 Es la naturaleza humana básica el acusar, insultar y utilizar analogías extrañas, cuando se tiene una crisis interna que no puede ser resuelta. Beijing ha estado bajo el hechizo de este comportamiento anormal durante mucho tiempo. El problema es que no quiere buscar una cura permanente. En cambio, quiere permanecer en esta molesta situación. Primero fue Zhang Qingli, el Jefe del Partido en el Tíbet, que llamó al Dalai Lama “un lobo vestido de monje, un diablo con rostro humano”. Zhang estaba, tal vez, viendo al venerado icono del mundo, a través de los sesgados lentes puestos por Beijing. En mayo de 2009, al hablar ante una gran multitud en el MIT en Boston, el líder tibetano formó dos cuernos con sus dedos y dijo: “Un demonio con compasión no es malo después de todo.” La risa retumbó en toda la sala. El 12 de noviembre, el portavoz de la cancillería china, Qin Gang, describió al Premio Nóbel como “el ex jefe de un estado de esclavos.” “En 1959, China abolió el sistema feudal de siervos como el presidente Lincoln liberó a los esclavos negros”, dijo. Veamos lo que está diciendo Qin -que la República Popular China es similar a Abraham Lincoln, y que el viejo Tíbet es comparable a la esclavitud de los estadounidenses negros. Antes de la ocupación China en 1959, el Tíbet no era ni el “Shangri-la lleno de Néctar” de la fantasía extranjera, ni una servidumbre total según las afirmaciones de Beijing. Era una nación independiente y viable con su propio ejército, y sus sistemas legales y fiscales. Al igual que cualquier otra nación, tenía problemas también -tales como la falta de una educación moderna y de una infraestructura económica. También es cierto que muchos campesinos tibetanos trabajaron en las tierras de las haciendas de las ricas familias terratenientes y de los monasterios, por lo cual eran pagados, y que gozaban de libertad y de una buena relación con sus empleadores. Fue una relación muy similar a la que tienen los actuales trabajadores en las fábricas grandes. Si a dicho sistema se llama servidumbre, tal como Beijing lo hace, y en comparación con la esclavitud negra en América antes de 1865, entonces casi todo el mundo practica una especie de esclavitud. La guerra de la independencia y la abolición definitiva de la esclavitud en los EE.UU. del presidente Abraham Lincoln, se basa en el principio de la igualdad humana básica y la necesidad urgente de ejercer tales derechos. Lincoln firmó la Proclamación de Emancipación y más tarde hizo la Decimotercera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que “abolió oficialmente y continúa prohibiendo la esclavitud y la servidumbre involuntaria, excepto como castigo por un delito.” Fue aprobado el 6 de diciembre de 1865. “Naturalmente, estoy contra la esclavitud. Si la esclavitud no está mal, nada está mal”, dijo Lincoln. La entrada de China en el Tíbet no fue desde el comienzo ni una guerra de independencia, ni de “liberación”. Se trató de una anexión ilegal de un país independiente. Los regalos de Beijing fueron la muerte de más de un millón de tibetanos, la destrucción de miles de monasterios y el hacer que los tibetanos firmaran bajo coacción el Acuerdo-de-17-Puntos. El registro de Beijing, en China no es mucho más prometedor. En Mao: La Historia Desconocida, Jung Chang y Jon Halliday estiman que más de 70 millones de personas murieron en China en 1976. Queda por añadir a éste, el ataque a sus estudiantes en la Plaza de Tiananmen en 1989 y la represión a un sinnúmero de población rural pobre, y la ejecución de los presos políticos en el Tíbet y Turkestán Oriental (en chino: Xinjiang). A pesar de su crecimiento económico, la China de hoy no es más justa que la esclavitud, Beijing lo está gritando en voz alta. El Lado Oscuro del Auge de China, Minxin Pei escribe que Beijing supervisa un vasto sistema de mecenazgo que asegura la lealtad de los partidarios y asigna privilegios a los grupos favorecidos. “El partido designa el 81 por ciento de los jefes ejecutivos de las empresas estatales y el 56 por ciento de todos los altos ejecutivos de las empresas.” En los últimos tiempos ha habido feos casos de racismo en China, donde individuos fueron atacados debido a su color de piel. El Wall Street Journal cita a Hung Huang; editora, escritora y una de las más conocidas personalidades de los medios de comunicación de China diciendo: “Me duele ver que un pueblo que era objeto de discriminación por parte de Occidente y llamado ‘el hombre enfermo de Asia’, tenga una memoria tan corta, y empiece a discriminar contra los grupos que están en una posición de desventaja.” Lincoln dijo que los negros tenían el derecho a “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” y su legado era poner fin a la esclavitud de los negros y darles una libertad permanente en los EE.UU. Lo contrario se puede decir sobre el historial de China en el Tíbet, que incluye la negación de derechos básicos, como resultado de las protestas pacíficas en el Tíbet en 2008, las detenciones arbitrarias y la desaparición del 11º Panchen Lama Gendun Nyima y del escritor-blogger Kunga Tsangyang entre muchos otros. La analogía de Qin Gang sobre la esclavitud y Lincoln es una nueva adición a la larga lista de propaganda china para ocultar el hecho de que “más allá del nuevo alto-crecimiento y las agitadas fábricas, se está produciendo una corrupción desenfrenada, grandes residuos, y una elite con poco interés en mejorar las cosas.” Para ser un “ex propietario de esclavos", el Dalai Lama lo está haciendo muy bien. Aparte de ser un premio Nóbel, el líder tibetano es un maestro espiritual respetado, que trabaja intensamente para promover la no violencia y la igualdad de derechos, basada en el respeto y la compasión genuina. Qin dijo, “Así que esperamos que el presidente Obama más que cualquier otro líder de estado extranjero, pueda tener un mejor entendimiento de la posición de China al oponerse a las actividades separatistas del Dalai.” Obama, siendo un hombre de conciencia y un nuevo Premio Nóbel, tiene el poder de detener las declaraciones sin sentido de Beijing. Bhuchung D Sonam es un joven poeta/escritor tibetano que vive en Dharamsala, India. A Sonam se le acreditan dos libros de poesía, “Dientes de león del Tíbet” (2002) y “Musas en el exilio: una antología de la poesía del Tíbet” (2005). Él puede ser contactado en bhuchungdsonam@gmail.com Traducido al español por Lorena Wong. ------------------------------------------------------- Tsewang Phuntso Oficial de Enlace para America Latina OFICINA DEL TIBET 241 East 32nd Street New York, NY 10016




