Premio de Amnistía Internacional a a S.S. el XIV Dalai Lama del Tíbet.
Seguramente que para Amnistía Internacional no ha sido fácil detectar y organizar los innumerables y horrendos hechos cometidos en contra de los derechos humanos en el mundo, cada uno de estos conlleva un sin número de aspectos y características que muchas veces no son detectados con su debido rigor.
El mundo no da tregua en este sentido tampoco, por lo que otorgar un premio a la firme trayectoria de un hombre que en toda situación ha sido capaz de aplicar la bondad amorosa y la compasión, no deja de ser admirable y meritorio.
Con motivo del 50 aniversario de Amnistía Internacional EE.UU. (AIUSA por sus siglas en inglés), esta organización convocará a una ceremonia el próximo 4 de Mayo 2011, en honor a S.S. el XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, y le otorgará el premio “Una Luz para los Derechos Humanos” premio nunca antes concedido a persona alguna.
El XIV Dalai Lama es una figura no solo emblemática en estos menesteres de derechos del hombre, sino que un verdadero activista que está siempre blandiendo la espada de la paz con la actitud de la no-violencia. Curiosa arma ésta de la “no-violencia” en un mundo que ciegamente solo reacciona y no es capaz de valorar la vida en su amplia, diversa y magnífica manifestación. Aún cuando los efectos de los atropellos duelan, la firme convicción del Dalai Lama en el amor solidario y la comprensión compasiva, lo han debido situar en un pedestal especial, tan especial que pareciera no ser de este mundo.
Contar con un ser de esta naturaleza no es un azar, habrá que tomar más conciencia de quien se trata y aprovechar su estadía entre nosotros.
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