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martes, marzo 1


¡¡Feliz Año Tibetano 2138!! Año del Hierro y del  Conejo.

Losar es el tradicional día del año nuevo tibetano, el cual se basa en sofisticados y complicados cálculos astrológicos combinando sistemas solares y lunares. De acuerdo a estos cálculos, los tibetanos entrarán (el próximo sábado 5 de Marzo de 2011) en el año 2138, el año del hierro y del conejo. Se  consideran para estos cálculos  la fecha del primer rey tibetano entronizado el año 127 a.C. en el valle de YarlungTibet central; 127 a.C. + 2011 = 2138.

La comunidad tibetana en exilio ha continuado hasta hoy  con sus estudios  de astrología,  estudios que partieron allá en el lejano Tibet y que  aún son el reflejo de una tradición y cultura ancestral desarrollada y practicada en el  exilio.

El sistema astrológico tibetano reúne la esencia de todas las ciencias astrológicas de los países vecinos, como la astrología India del Kalachakra y el Sistema de Astrología  Elemental chino,  también algunos principios astrológicos de Persia y de la antigua Grecia. (sgn.:Jampa Gyaltsen Drakthon).

Las raíces de la astrología tibetana sin embargo,  nacen y radican en  el descubrimiento que hace el hombre sobre   las fuerzas naturales de los elementos del *Fuego*, el *Agua,* el *Aire(Madera)* la *Tierra* y el *Espacio (Metal o Hierro)* hace miles de años. Los tratados explicativos sobre la astrología, que datan del año 836 a. C. (el año de lamadera y de la Rata) declaran que *los 5 elementos son un regalo de la manifestación divina de Manjushri,*  que entregó a sus 4  destacados discípulos el estudio de: *1.- Pronósticos anuales relacionados con la salud, la riqueza, y los acontecimientos positivos y negativos ocurridos en un año en particular. 2.- El estudio de la compatibilidad entre las personas. 3.- El cálculo que se debe hacer  luego de la muerte de una persona.4.- El estudio del pronóstico relacionado con toda la vida y acontecimientos de una persona.*

La leyenda cuenta que cuando nada existía más que la claridad del espacio en el universo, - *el* *elemento Espacio* – éste reunió las mismas características de estabilidad del *Metal o del Hierro*. Manjushri entonces sopló el aire desde su nariz  y creó así el *elemento Aire* en el universo, el Aire se relaciona con los árboles y *la Madera*  compartiendo las características de movimiento. Cuando cayó algo de saliva de la boca de Mnjushri ésta se transformó en mares y océanos y apareció *el elemento Agua*. Luego de esto, *el elemento Tierra* fue formado por la fuerza de su visión  y de su ardiente espada se formó *el Fuego*. Este hermoso relato mítico fue el punto de partida de los futuros estudios astrológicos, influenciados por la cultura budista en Tibet.

En el tiempo del rey tibetano Nyatri Tsenpo (1136 a.C.) los estudios de la astrología también se valieron de documentos sobre estudios astrológicos derivados de un gran y experto astrólogo “Bon” ( tradición cultural en el Tibet anterior a la llegada del budismo a esa zona)  quien además de conocer los movimientos del sol, de la luna y de las constelaciones, también observó las estaciones del año y guió a agricultores y nómades tibetanos.

Pero, ¿qué es lo que depara el año del  Hierro y del conejo?  Las consultas sobre estos intrincados pronósticos pueden ser respondidas por el gran número de jóvenes tibetanos que hoy logran dedicarse a este estudio en el exilio, y así mantener  esta ancestral ciencia vigente.

El año tibetano  2138 del Hierro y del Conejo, muy escuetamente puede decirnos lo siguiente:

El elemento  Hierro o Metal  aunque se comparan con la estabilidad del espacio, se caracteriza por ser cortante, definitorio y esclarecedor. El Conejo o la Liebre  es capaz de sortear problemas más rápidamente que cualquiera, es diplomático, paciente,  sabe utilizar tácticas, es observador y asertivo.