Sunanda K Datta-Ray
Daily Pioneer 7 de octubre de 2010 01:12:26 AM Con o sin un Dalai Lama y no importa lo que China diga, la diáspora tibetana se convertirá en un estado sin territorio El ministro de Relaciones Exteriores de Singapur, el Sr. George Yeo, estaba en lo cierto al escribir en un artículo sindicalizado que “el Tíbet es parte de un drama asiático mucho más grande que está cambiando al mundo”. Pero probablemente no estaba pensando en las manifestaciones de un indomable espíritu humano del cual fui testigo en un apartamento de Bruselas el domingo pasado por la noche. Esa verdadera cara del heroísmo, que hace al Tíbet sui generis. Estábamos en Bruselas, bajo la protección de la Fundación Asia-Europa, para discutir algunos de los temas que los líderes de Asia y Europa en la cumbre que tenían que lidiar al día siguiente en el Palacio Real. Una vez que la mesa redonda de editores, al igual que la llamada de nuestro grupo finalizó, caminé por la calle desierta de mi hotel a la Avenida de las Artes, en donde modestamente funcionaba la Oficina del Tíbet . Tashi Wangdi, un viejo amigo de Delhi que ha pasado los últimos años en Nueva York, y es considerado como uno de los miembros más sagaces de la administración del Dalai Lama, está ahora a cargo. Yo sabía que él iba a trabajar hasta tarde. Esto se hizo evidente cuando el timbre de la puerta sonó a las 9.00 pm. “¡Otro de los votantes!” exclamó Tashi, y alguien corrió escaleras abajo para activar el mecanismo de apertura de la puerta para que la persona que llamaba pudiera subir. El drama se repitió dos veces más, la última vez alrededor de las 10 en punto de la noche. Una alegre mujer de mediana edad de habla hindi, un robusto joven, y un hombre mayor, responsable de una posición de liderazgo, propuso un nombre para Kalon Tripa o para Primer Ministro, y para dos representantes en la comunidad de Europa en el Parlamento de 46 miembros. Al verlos completar sus formularios, de color verde claro para el Parlamento, y el “Formulario de Elección Primaria Kalon Tripa” de color blanco; se me ocurrió que estaban realizando un minué en la complicada danza de la democracia, a la que 1.500.000 exiliados tibetanos se han comprometido sólo por el Dalai Lama. Para cada uno de ellos fue un acto de fe, que pone en evidencia los cálculos de los estrategas que piensan en el Tíbet sólo en términos de “cuña” o “enlace” en las relaciones entre China y la India. Puede ser que sea uno o ambos, pero haciendo hincapié que dificulta la humanidad de estos tres actores, en lo que deben ser las más extraordinarias urnas globales de un día en el mundo. Como se proclamó en las noticias de la noche del domingo en Internet, el proceso no está exento de peligros. Policías armados irrumpieron en al menos tres colegios electorales en Nepal y se apoderaron de las urnas. Al parecer, el Ministerio Nepalés del Interior sancionó el allanamiento. ¿Por qué? Me recordé de las coacciones prácticas e ideológicas de los políticos maoístas de Nepal. La visita a Katmandú el mes pasado del Sr. He Yong, Secretario del 17avo. Comité Central del Partido Comunista de China, con una delegación de alto nivel de 21 miembros pudo haber sido significativa, como un indicativo del apretamiento de tuercas. El consentimiento previo de Katmandú de la propuesta de Beijing, sobre un mecanismo conjunto para compartir información de inteligencia sobre “actividades anti-China” fue ideado para que significara de manera amenazadora, que mantendrían una cercana vigilancia sobre los 20.000 refugiados tibetanos en Nepal, y que la información recogida se enviaría a China. El Sr. He felicitó a Katmandú sobre lo que diligentemente estaba haciendo, se dijo. Él estaba complacido con “la política de -Una sola China- de Nepal y por la vigilancia adoptada por el país en la cuestión del Tíbet.” Los orígenes de la votación, fue aprobada sin problemas en Bruselas, donde más de 60 tibetanos ejercieron el sufragio durante todo el día, pero que fue bruscamente alterada en Nepal, vuelve al realismo político del Dalai Lama que condujo el primer Parlamento tibetano en 1960. Entendiendo mucho antes lo que el ministro de Exteriores de Singapur, señaló que “el viejo Tíbet”, cuya “economía política se basaba en el dominio feudal de los monasterios sobre los siervos rurales” no era un Shangri-La y que “no debería ser idealizado,” el Dalai Lama invitó a que todos los tibetanos en el exilio hicieran sugerencias de un proyecto de constitución democrática. Se dijo que el primer presidente de la India, Rajendra Prasad, analizó y aprobó el documento el cual fue anunciado en 1963. Otras consultas siguieron y, finalmente, un proyecto de Constitución creó tres organismos autónomos institucionales, para democratizar el sistema de gobierno en el exilio. Es un sistema de gran complejidad, con 65 comisiones electorales locales en la India, Nepal, Bután, Europa, América del Norte, Taiwán, Japón y Australia; bajo dos niveles de la Comisión Electoral Central, en una mezcla única de los principios budistas y de las Naciones Unidas que parece satisfacer la mayoría de las expectativas, salvo tal vez, las de grupos como el Congreso de la Juventud Tibetana, que está impaciente con el enfoque conciliador del Camino del Medio del Dalai Lama. Pero incluso éstos estuvieron incluidos en el proceso evolutivo, y en la conferencia especial del Dalai Lama en Dharamsala en noviembre de 2008. El sistema legislativo bajo el procedimiento de arbitraje de la India, permite el recurso eventual a las cortes convencionales. El futuro induce a la especulación en tanto el Dalai Lama a los 74, admite insinuaciones sobre la mortalidad y sugiere que su encarnación podría haber nacido “fuera de China”. Sin embargo, los tibetanos leales no asumen que esto signifi1que – lo que el Sr. Yeo asume -“Tawang, en Arunachal Pradesh, a donde llegó el 6º Dalai Lama, una área tibetana controlada por la India pero reclamada por China”. Todo el Tíbet está “fuera de China” para cualquiera, salvo para los nacionalistas chinos tanto en su casa en China o en la diáspora. Los tres electores que ví, hasta que las seis urnas fueron selladas y sacadas de allí, no se mostraron impresionados por la “liberación pacífica” de Mao Tse-Tung y por la redistribución de las tierras monásticas, ya que no están interesados en el estado de Tawang, que asumen muchos indios que leen las opiniones del Sr. Yeo. Ahora ellos están esperando por la votación final del 20 de marzo, y por los resultados que se han prometido para finales de abril. La gran esperanza es que el próximo Kalon Tripa será tan erudito y sabio como el profesor Samdhong Rinpoche, jefe del Instituto de Altos Estudios Tibetanos en Sarnath y en algún momento el presidente de la Sociedad India de los vice-rectores, quienes no pueden presentarse a un tercer mandato. Más allá de eso, la elección del pasado domingo promete que con o sin el Dalai Lama, a quien el mundo reconoce, y no importando lo que China haya dicho, la diáspora tibetana se convertirá en un estado sin territorio. la teoría de Westfalia no es la realidad asiática. Mientras tanto, los tibetanos, incluso aquí en Bruselas se preguntan por qué la suave voz, devotamente católica, del Sr. Yeo, debe codearse con el controvertido Panchen Lama nominado por China , cuando el jóven que ellos consideran como el verdadero poseedor del título ha desaparecido en las fauces del estado chino . Su acción se contrapone con la imparcialidad mostrada por el veterano creador de Singapur, el Sr. Lee Kuan Yew, quien desairó al Premier Hua Guo Feng, al negarse a aceptar su regalo del controvertido libro de Neville Maxwell, La Guerra de India contra China. sunandadr@yahoo.co.in
Traducido al español por Lorena Wong.
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