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martes, mayo 11


EL ESCENARIO

Por Ai Mo
  (impreso en Ming Bao, Hong Kong)

Una noche fría en Yushu, en las tiendas de campaña, un técnico enviado por la provincia irrigada por la alta meseta de vino de cebada; se frotó las manos sucias sin lavar, y se volvió hacia mí, diciendo abiertamente: “mire señorita, ahora este desastre natural ha sido rápidamente politizado. Váyase de aquí tan pronto como le sea posible. Deje este espacio problemático”.

Cuando escuché esas palabras, me arrepentí de la decisión que ya había hecho de tomar un autobús al día siguiente temprano y marcharme de Yushu.

Para mí, durante estos cuatro días y tres noches en Yushu, este lugar de muerte cruel y de difícil supervivencia, la palabra política tiene un poco de mal olor. Durante el período de rescate en el que el salvar vidas era la máxima prioridad, pareció entenderse algo importante; que este país asolado por desastres finalmente ha aprendido que “la vida es lo más importante”. Sin embargo, cuando el período de las 72 horas de oro para rescatar a los sobrevivientes de las ruinas había pasado, cuando la gigantesca escala de cremaciones empezó, parecía que algo cambió, la zona del desastre se había convertido en un escenario.

Eso es algo que no quiero decir, pero sí, se había convertido en un escenario. La diferencia entre el escenario y la realidad, es que en la realidad las cosas ocurren y aparecen en el escenario; pero hay un director, un papel de liderazgo y un papel de apoyo y que se envían al escenario según sea necesario. 
Así es como fue en Yushu. El Presidente Hu y el Primer Ministro Wen tenían los papeles superiores principales, dada la naturaleza de China, de lo cual no hay nada que criticar, incluso los tibetanos locales tomaron las sinceras lágrimas del Primer Ministro Wen y la promesa del Presidente Hu, que tendrán nuevas viviendas, como palabras de los Budas Vivientes.

Las tropas oficiales de rescate tuvieron el papel de protagonista secundario. “No vamos a poder rescatar a más gente”. Los trabajadores de rescate lo supieron como el cuarto día después que comenzó el terremoto. Un oficial de
PAP que había realizado una labor de socorro tras el terremoto de Sichuan, dijo que la construcción de madera y tierra de Yushu no era tan buena como la de hormigón armado de Sichuan; ya que cuando el edificio se derrumba, a diferencia de Sichuan, no quedan lugares vacíos en los que la algunas personas pueden encontrar un lugar para respirar. Así que los milagros de supervivencia son mucho más raros en Yushu.

En las calles de Yushu hubo muchos oficiales y soldados que no tenían nada que hacer. Uno podía ver en la carretera, muchas ruinas de casas que al parecer nadie había examinado a fondo en busca de sobrevivientes. Sin embargo, hubo muchas banderas y pancartas proclamando la excepcional calidad de éste o aquel grupo de tropas de rescate.

Otro periodista que estaba haciendo entrevistas en Yushu, me dijo que tenía la impresión de que había un montón de “presunción”. Esto no quiere decir que las tropas de rescate no estuvieran trabajando duro, o que no tuvieron que luchar duro para hacer su trabajo debido a las dificultades de los efectos fisiológicos de la altura, lo cual nadie puede criticarles. Sólo que la llamada “presunción” estaba en proporción inversa a la cantidad de trabajo de rescate que se había hecho en realidad. 
Las víctimas del desastres tuvieron el tercer papel principal - es decir, las víctimas del desastre que cooperaron con las entrevistas tuvieron el tercer papel principal.

A m
ucha gente le gusta preguntar, “¿Cuál era la diferencia entre el terremoto de Sichuan y el terremoto de Yushu?” Nadie sabe aún, cómo comparar la magnitud del terremoto. Cien mil personas murieron en Sichuan, quizás no más de diez mil personas murieron en Yushu. Sin embargo, esta comparación no es significativa y no debe hacerse. Como periodista en la zona de desastre de Yushu, la más fuerte impresión de mis colegas y yo, es que en Yushu no se ve el llanto y los golpes sobre la tierra, y rara vez se les llega a ver llorar. Si no fuera por la vista de muchos edificios derrumbados y numerosas personas sin hogar en las calles, no me hubiera imaginado que mucha gente había muerto aquí. Las personas que han perdido a sus familiares, muestran caras solemnes y respetuosas. Ellos leen las escrituras y llevan el cadáver al monasterio. Piden a los monjes y a los Budas Vivientes que les ayuden a pasar al otro mundo, y oran para que escapen del ciclo de sufrimiento y el renacimiento, que entren en la felicidad bendita.

Noventa y siete por ciento de la población es de la etnia tibetana en Yushu. Ellos creen en el budismo tibetano. Para ellos, a través de los monasterios, la vida y la muerte conecta a cada uno de ellos al Buda y a sus antepasados. Muchísimos periodistas de China continental no han encontrado la historia “que querían” - la familia de las víctimas no presenta “dolor extremo”, y los rescatados no “derramaron lágrimas de agradecimiento.” No hay manera para que uno pueda compartir sus penas. Sus ideas sobre la vida y la muerte están tan lejos de las de uno, que no es posible poder comprenderlos. Ellos --- Realmente, no entienden cómo actuar de acuerdo a tus instrucciones. En Yushu, hay muchos agradecimientos. Una simple anciana madre tibetana puede derramar lágrimas de gratitud y decir “¡Viva el Partido Comunista!”. Pero seguir el guión de acuerdo a las necesidades, no lo hacen - ellos no están “agradecidos” o “cantan alabanzas” en una circunstancia particular, aunque sea eso es lo que el guión requiera. Echando un vistazo a las transmisiones de televisión de China continental sobre la catástrofe, se verá que estos tibetanos simplemente no actúan de esa manera.

En el escenario del director, los monjes fueron los únicos jugadores de apoyo forzados a los márgenes del escenario. Esto a pesar del hecho de que en la vida real, estas personas con túnicas granate, tienen el papel protagonista más importante de todos, aún más importante que el papel de las tropas de rescate.

Dos días después de mi partida de Yushu, escuché de un colega periodista, que los monjes de Yushu ya había sido “advertidos de abandonar” Yushu dado que había que “garantizar la eficacia de las operaciones de socorro”. Algunos de ellos habían conducido varios cientos de kilómetros a Yushu desde sus monasterios en la prefectura de Ganzi en la provincia de Sichuan, otros monjes salieron apresuradamente de Qinghai, Gansu y de muchas partes de la Región Autónoma del Tíbet para ayudar. Ellos no entienden la labor de socorro especializada, sino que entienden el dialecto de Kampa y saben cómo ayudar a las almas de los muertos para pasar al otro mundo. Ellos saben cómo consolar de verdad a la gente de Yushu, que han perdido familiares. Incluso antes de que llegara la ayuda oficial, los monjes estaban haciendo donaciones en la zona del desastre. Las víctimas del desastre recibían de los monjes: fideos, agua mineral e incluso avena caliente. Pero, ¿qué importancia tiene eso? Esta es un escenario, y el papel de apoyo nunca puede convertirse en el papel principal. Por lo menos, el público que observa la escena tal como es emitida, nunca verá esto.

En el escenario del programa nocturno de desastres, del canal central chino de televisión, estaban los nombres de las compañías que habían dado un millón, dos millones, diez millones o veinte millones de RMB (yuanes chinos), y de las personas que contribuyeron y querían hacer algo bueno. Pero lo que realmente los movía era la idea de ellos haciendo el bien. Con motivo del Día Nacional del Luto, los órganos del Estado prohibieron todas las actividades de entretenimiento, incluyendo en escenario y en línea. La zona de desastre de Yushu estaba muy lejos, pero me dijeron en coro, “Esta noche todos somos gente de Yushu.”

Queridos míos, realmente tengo que decirles, que Yushu no está herido. Eso es sólo un escenario.

(Publicado en “Ming Bao” Edición Century)

Traducido al español por Lorena Wong.